jueves, 5 de agosto de 2010

Gatha, Zaratustra

Zaratustra, Gatha. El primer tratado de ética de la Humanidad,
ed. De Nazanín Amirian, Barcelona, Obelisco, 1999, 247 pp.



Zaratustra
                                                                       
a) Análisis del contexto histórico de la obra e importancia de la misma.

Irán fue la tierra que vio nacer a Zaratustra y donde difundió su doctrina. Hacia el tercer milenio antes de nuestra era, fue víctima de invasiones de un grupo indoeuropeo conocido como ario, que quiere decir “amigos”, “compañeros” o “hermanos” y que se asentaron en gran parte de Asia y Europa.

Los diversos grupos indoeuropeos que emigraron a diversas regiones, algunos a Europa, donde formaron grupos humanos que ahora conocemos como celtas, romanos, griegos, eslavos, germanos, etc. y otros que se dirigieron hacia Irán y la India, tienen un parentesco, que se ha logrado descubrir a través de la etimología, la gramática y la lingüística, pues se observan centenares de términos comunes.

Pero estos grupos no sólo compartieron el idioma. Muchas de sus costumbres, mitologías y leyendas, organización social jerarquizada, e ideas religiosas fueron comunes entre sí. Una prueba de lo anterior, es el legado fiel de los tiempos indoeuropeos en la doctrina de repartición entre dos dioses de la administración del mundo, la magia y el derecho. Odín-Tyr para la religión escandinava; Varuna-Mitra para la religión védica.

Así como los indoeuropeos dominaron varias regiones, aún en un mismo ámbito geográfico mostraban diferente comportamiento. Al oriente de la meseta irania, la gente asentada en esta zona, que después derivaría en lo que conocemos como medos, se inició en la vida agrícola entre los años 7,000 y 5,000 a.C. Otras tribus arias como la de los parsva, maday, etc. continuaron con su vida nómada. Esta diferencia, así como el conflicto abierto con grupos nómadas como los turaníes del norte del país, dedicados al saqueo y pillaje, lo vemos reflejado en las ideas zaratústricas del Mal y del Bien. Los turaníes fueron considerados intrusos y por tanto no merecían pertenecer a la etnia aria. Así los denominaron a-arios, es decir, no amigos, no arios, no iraníes.

"¡Oh, Ahura! Los que tratan bien a los justos y honestos son nuestros amigos. Los que cuidan el ganado y hacen prosperar la tierra serán huéspedes de Vahumán y Ashá." (Hat 6, 3)

Esta polémica entre nómadas y agricultores sedentarios, parte del problema planteado en los Gathas. Es un llamado por parte del autor a rechazar a dichos grupos y actuar en forma contraria a ellos. Invoca al respeto. Un nuevo estilo de vida basado en el respeto al prójimo, la naturaleza, los animales, las plantas y un acercamiento a la verdad, la honestidad y la ética. "Y el universo optó por el pastor. Y el hombre honesto y fomentador de la prosperidad votó. ¡Oh, Ahura, nunca el no-pastor, que finge ser devoto, podrá ser tu mensajero!" (Hat 4, 10)

Así tenemos la dicotomía bueno-sedentario-agricultor y malo-nómada-bandido; luz-tinieblas; lucha del bien contra el mal en toda la naturaleza. Esta disputa es el núcleo principal de la ideología de Zaratustra. Parte de ello estuvo motivado por la contradicción existente en los climas y fenómenos naturales de la zona irania. Tierras fértiles y su contraparte, grandes desiertos. Frío y calor extremos, contradicciones en la naturaleza misma, como reflejo de la batalla del Dios bueno Ahura Mazda, con el Dios malo Ahrimán. Esta visión dualista religiosa impregna la doctrina zaratústrica o mazdeísta.

Bien a bien, no se sabe la fecha de nacimiento de Zaratustra. Diversos autores, desde escritores griegos antiguos, hasta aquellos que pertenecían al imperio sasánida nos dan diferentes fechas. Desde el 6,000 a.C. hasta el siglo VI o VII a.C. Pasando por la más aceptada, de 1,750 a.C. Por lo mismo, vive el periodo de sedentarización de los grupos arios y es por ello su actitud tan determinante.

Es importante mencionar la influencia que su doctrina tuvo en el ámbito de expansión de los persas. Ello por varios motivos: Al ser el mazdeísmo una religión reformadora, que estimulaba el ejercicio agrícola y ganadero, así como con un marcado tinte antiaristocrático, logró atraer a gran cantidad de personas a su seno. Y ya sea que los sacerdotes o magos medos estuvieran dentro de la reforma, o bien contra ella, esto contribuyó a que ellos equilibraran la balanza para que Ciro II lograra someter a los medos y que los persas lograran su dominación en el 558 a.C.

Si los magos medos eran pre-zoroastristas, con obvia tendencia a detentar y preservar las antiguas tradiciones, no se encontraron a gusto con las reformas llevadas por el gobernante medo de ese entonces, Astiages –abuelo materno de Ciro II-. Y si se encontraban absorbidos ya por la nueva doctrina mazdeísta, apoyarían la rebelión contra la imposición aristocrática de este mismo rey.

Sea como fuera, tenían gran influencia sobre la población meda, y la utilizaron para fomentar el descontento en contra del gobierno establecido en ese entonces en el imperio medo.

Otra razón para mencionar al Gatha y a su doctrina, deriva de la devoción presentada por ella de diferentes emperadores persas. Grandes conquistadores como el mismo Ciro II y Darío el Grande se vieron inflamados por la religión mazdea y su ideología.

Fueron los primeros emperadores de la historia en aceptar ser dirigidos por un solo Dios, un Dios único y omnisciente. Este Dios era el mismo Ahura Mazda que menciona y adora Zaratustra. El núcleo de esta religión es el “Orden Justo” (Rtam), y su realización en la tierra es deber de los reyes.

Así, dicho “Orden Justo”, es el camino hacia el reino de Ahura Mazda. La forma en que se debe comportar la humanidad para alcanzar la bienaventuranza, la salud y la inmortalidad. En sí la felicidad total uniéndose por completo al Señor al final de los tiempos.

Esta idea influye también en la vida diaria, pues los hombres deben realizar su trabajo como si se tratara de un culto religioso. El trabajo se convierte en un don divino. Estimula a la grandeza del pueblo por medio de su labor. Convierte a las personas en laboriosas y justas. Dedicadas al trabajo, las personas se elevan y engrandecen a su nación y a ellas mismas.

Reyes gobernantes de este pueblo pueden lograr más cosas. Además, otra forma de seguir el buen camino, es contemplando las doctrinas zaratustrianas básicas: Humat (Buen Pensamiento), Hukht (Buena Palabra) y Hvarsht (Buen comportamiento).

Si la gente sigue esta doctrina, irá a formar parte del pardís, paraíso mazdeísta. Esto a su vez, conlleva al buen comportamiento del pueblo, a la virtud de cada uno de sus individuos y a la sobriedad en los actos y a no hablar de más. Es decir, los hombres de los reyes aqueménidas eran incapaces de traición alguna a sus gobernantes, ni por miedo ni por extorsión. Aparte que la indiscreción era severamente castigada.

Los mismos reyes debían amar lo justo y perseguir lo injusto. Y aunque ellos se encontraban por encima de las leyes, nunca hicieron uso de ellas en forma perjudicial para su pueblo. Su relación con los súbditos fue de clara caballería. La traición y la rebelión contra sus gobernantes, eran consideradas los más grandes delitos que podían realizarse y eran castigados duramente.

Teniendo en general, tan buenos gobernados, los emperadores persas podían asegurarse la adhesión de su pueblo y de los sitios conquistados, a los cuales respetaron, basados en las enseñanzas de su maestro Zaratustra.

Grande fue, como puede observarse, la influencia que este tratado ético tuvo en la formación de este gran Imperio aqueménida.

Y Grande fue también el aporte cultural y religioso que este documento tuvo en la historia de la humanidad.

Así, teologías posteriores se basaron en sus prédicas y en su ideología. Cultos como el cristianismo, judaísmo e islamismo tienen sus fundamentos en la observancia zaratustriana. Principalmente respecto al criterio monoteísta y a la creencia en una lucha del Bien contra el Mal y todas las implicaciones que esto conlleva. No puede negarse la importancia de dichas religiones en el desarrollo posterior de la historia universal.



b) Sobre el autor de la obra, Zaratustra, su relieve y su tiempo.

Como mencionamos antes, no se está seguro de la fecha de nacimiento de este profeta ni el lugar del mismo. Existen varias teorías y tradiciones en cuanto a la época. Lo mismo para el sitio.

Los sacerdotes de la dinastía Sasánida propusieron que habría nacido no más de 100 años antes de Ciro II, el rey de la dinastía Aqueménida. Sin embargo, los historiadores griegos lo han puesto en una era mucho más antigua. Que es la que he tomado por más acertada, ca. 1,750 a.C.

Las fuentes principales para el conocimiento de la vida de Zaratustra son sus poemas, Gathas, que son las partes más antiguas del Avesta y que están redactadas en un dialecto muy arcaico, próximo a los Vedas. El lenguaje de los gathas es propio de la región este de Irán, lo que indica que este país era el lugar donde vivieron Zaratustra y sus primeros seguidores. Uno de los lugares más aceptados es Bactriana. El nombre de Zaratustra significa “propietario del camello amarillo”. Era un zaotar, (sacerdote) compositor y ejecutor de cánticos, que tenían detrás de sí una tradición de poesía sagrada. En los Gathas, se puede rescatar algunas referencias sobre su origen y familia. Pertenecía al clan Spitama, cuyos antepasados se dedicaban a la cría de caballos.

Zaratustra fue un adversario decidido de la religión irania antigua. Lo primero que hace al comenzar a predicar es desafiar a los dignatarios religiosos que abusaban de su poder para enriquecerse y arruinar al pueblo. Por ello se vio obligado a huir de su tribu. Encontró refugio junto al rey-sacerdote Vishtasp, que pertenencia a la tribu Fryana. Zaratustra por motivos religiosos, económicos y sociales tuvo opositores entre los reyes-sacerdotes (kavis), los sacrificadores (usigs) y los que hacían el rito (karpans).

Pronto circularon entre sus fieles leyendas maravillosas sobre su vida y sus obras, sobre su nacimiento – donde se dice que inmediatamente sonrió al mundo que le daba la bienvenida-, y los sucesos que le precedieron. Los dioses protegieron al Zaratustra recién nacido. A los veinte años se retiró a meditar a la montaña. A los treinta, recibe la revelación bajo la forma de la visión de Ormozd –Ahura Mazda-, en las orillas del río Daity.

De hecho, Zaratustra consideraba su designación como profeta, consecuencia del caos y desorden imperantes en la sociedad. Su misión es entonces, restablecer el Asha, es decir, las reglas inmutables, exactas y eternas con que Ahura creó el universo. Exigía el cumplimiento de determinados preceptos morales. El seguidor de Zaratustra, en sus acciones, palabras y pensamientos, debía colaborar con Ahura Mazda y luchar contra los enemigos.

Otros preceptos de la religión de Zaratustra eran: proteger al ganado, darles agua y no tratarles mal. El buen pastor fue para él, el modelo de piedad, preceptos que indican que el profeta predicaba a una sociedad para lo que el ganado era la base de la economía y de la subsistencia.

Su religión desempeñó un papel importante la noción de fe, al igual que la de elección, que implica el concepto de creer y profesar la fe. Se prometía a los creyentes la recompensa, que se podía recibir ya en esta vida, pero principalmente después de la muerte con la participación de Ahura Mazda, en el paraíso.

Los poemas de Zaratustra tenían una intención ritual. Se ha pensado que los gathas eran textos litúrgicos para ser recitados durante los rituales. Consta de 17 himnos con 241 cantos. Forma parte del Avesta, y es atribuido directamente al profeta. Es recitada desde hace 3,700 años.

Las fuentes relativas a la religión aqueménida nos muestran sobre todo las relaciones entre el Gran Rey y el dios Ahura Mazda, el cual es concebido como el verdadero soberano del Imperio. El rey no es otra cosa que el instrumento del dios, quien lo pone a la cabeza del Imperio para que cumpla su voluntad sobre la Tierra. La cuestión de si Ciro II era zoroastrista está sujeta a debate. En cualquier caso le influenció hasta el punto de no imponer una religión en Persia y permitir a los judíos cautivos volver a Canaán cuando los persas tomaron Babilonia en 539. También se asegura que Darío I, ciertamente devoto de Ahura Mazda, era un seguidor de las enseñanzas de Zoroastro. Darío I y sus sucesores mostraron su devoción a Ahura Mazda en inscripciones, permitiendo a las religiones coexistir. Fue durante el período aqueménida cuando el zoroastrismo adquirió peso, y varios textos zoroastristas (que hoy son parte del compendio del Avesta) son atribuidos a este período, aunque probablemente en esta época permanecían en forma de relato oral.

Los preceptos principales son:

Igualdad de todos, al margen de diferencias de género, raza o religión.

Respeto a todas las formas vivientes. Condena de la opresión del ser humano, y de la crueldad y sacrificio de animales.

La naturaleza es central en la práctica del zoroastrismo y muchos importantes festivales son celebrados en la naturaleza: el día de año nuevo el primer día de primavera, el festival de agua en verano, el festival de otoño al final de la estación y el festival de fuego de la mitad de invierno.

Trabajo duro y caridad.

Lealtad y fidelidad a la familia, la comunidad y el país.

Zaratustra dirigió su comunidad religiosa, pero ya en vida se dio una evolución hacia el sincretismo, con la religiosidad antigua de Irán. El zoroastrismo terminó siendo una fusión de estas dos religiones. La principal diferencia entre ambas religiones estribaba en el hecho de que los dioses de la religión irania primitiva habían ocupado su lugar, al lado de los Amesa Spantas, de los que Ahura Mazda era el principal.

El centro más importante de expansión del zoroastrismo fue Raga, ciudad situada en la ruta caravanera entre Sogdiana, Bactriana y Margiana. En 1673 a.C., cuando tenía 73 años, fue asesinado por uno de sus adversarios.

c) Principales temas y características de la obra que merecen destacarse.

El Avesta es una colección de textos sagrados de la antigua Persia, pertenecientes a la religión zoroastriana y redactadas en avéstico.

El Avesta conservado hasta nuestros días es una colección de textos litúrgicos que apenas alcanza la cuarta parte del Avesta completo, tal y como fue compilado en la época sasánida, cuando el zoroastrismo adquirió categoría de religión del Estado.

Narra la historia de la creación sobre las bases de la lucha entre Ahura Mazda y Ahmirán, el cual, al final de los tiempos, será totalmente acabado.

Ya en el siglo XIX se descubrió que entre los textos llegados hasta nosotros hay una pequeña parte, que constituye el corazón de la liturgia, escrita en una lengua más antigua que el resto del Avesta. Estas partes son los gathas (cantos), en un tipo de versificación similar a la de los himnos védicos. Estas partes más antiguas se vienen atribuyendo tradicionalmente a Zoroastro. Sin embargo, en estos himnos, jamás se habla
de la creación del universo, ni del futuro del ser humano. Esto pertenece al conjunto de creencias anteriores y posteriores a Zaratustra. El idioma en que fue redactado el libro se llamó avéstico o dabirí, que apareció en los siglos VI a IV a.C. y que fue creada con el propósito de poder pronunciar el Avesta correctamente, ya que la escritura oficial del momento, el pahlavi carecía de vocales escritas y muchas letras podían pronunciarse de maneras distintas. Ello fue por lo que crearon un sistema mejor para salvaguardar tan importante escrito.

El Gatha es realmente un texto muy importante y rico en información, tanto en su desarrollo interno, así como todo lo que podemos inferir alrededor de él, sobre los temas que trata, su autor y en aquello que está basado.

Para explicar todo lo anterior debemos remontarnos a los orígenes de la religión persa y aún más allá, al principio mismo del credo indoeuropeo.

Cada uno de los grupos escindidos de los indoeuropeos llevó consigo el legado religioso común. Este podemos encontrarlo en su expresión más antigua en la religión védica.

La pista de esta relación se la proporcionó al historiador francés Georges Dumézil la repetición, en todos estos sistemas religiosos, de unas tríadas de dioses supremos que se asociaban a tres ámbitos de influencia bien diferenciados.

Así en todos estos sistemas religiosos habría un dios relacionado con el ámbito de lo sacerdotal, otro dios ligado a la guerra y un último dios, o diosa, ligado al ámbito de la fertilidad. De esta forma, Dumézil ponía en contacto grupos de dioses tan aparentemente diferentes entre sí como los de la tríada capitolina romana, claro ejemplo del sistema anteriormente expuesto, en el cual Júpiter representa el poder sacerdotal, Minerva el bélico y Juno (anteriormente Quirino) todo lo relacionado con la fertilidad; con otros grupos de dioses dirigentes como los de la mitología nórdica (Odín, Thor y Freya) o, incluso, los de la India (Brahma, Indra, Varuna).

Mostró que este esquema religioso típico de este tipo de culturas, derivadas, como ya hemos indicado, del tronco indoeuropeo; no eran el único elemento afectado por esta división trifuncional. Efectivamente, el investigador francés se dio cuenta de que numerosos sistemas sociales se componían de tres estratos: el sacerdotal, el guerrero y aquel que se relaciona con la producción de alimentos y, por tanto, con la fecundidad. Este sistema social quedaba reflejado en fenómenos tan significativos como el sistema de castas de la India.

Se debe tomar la multitud de dioses que hay en las culturas para llegar a descubrir la religión primitiva de los indoeuropeos y recomponer a sus divinidades primigenias, las que en sus diversas manifestaciones dieron origen a las religiones antiguas y modernas, y recompusieron los panteones locales con los mismos dioses indoeuropeos que adoptaron ropajes regionales. La forma más pura de los dioses indoeuropeos se puede encontrar en los Vedas, religiosidad que antecedió al zoroastrismo en Persia y al brahmanismo en India, recordando que estas dos religiones verdaderamente son reformas al vedismo antiguo. Es de presumir que los príncipes guerreros indoeuropeos se presentaban como reencarnaciones de la divinidad ante los pueblos sometidos, en donde la religión primitiva no tenía la estructura dogmática ni ceremonial, sino que se fue transformando en multitud de ramificaciones, que conservaron la misma esencia, para convertirse en nuevos credos, los que posteriormente dieron origen a las tres grandes religiones denominadas monoteístas. La religión indoeuropea en su punto central más antiguo debió ser pastoril, agraria, solar y animista, convirtiéndose con las oleadas de conquistas en una religión de dioses guerreros, capaces de proferir códigos de comportamiento con el fin de someter a los conquistados.

En la mitología védica el primer nivel de dioses, se encuentra ocupado por dos personajes de caracteres diferentes y complementarios: Varuna y Mitra.

Son antitéticos; cada especificación de uno conlleva a una contraria del otro. Mientras Mitra es de “este Mundo”, el día, lo bien sacrificado, etc.; a Varuna le corresponde el “otro mundo”, la noche, lo mal sacrificado. En fin, tiene afinidades demoniacas, contrario a Mitra, cuyo significado de la palabra es “contrato”, o sea, un problema social y tangible, divinizado. Mitra fue parte del panteón pre-zoroástrico Iraní. Pasó a convertirse, después de la reforma de Zaratustra, en auxiliar sumiso y disciplinado de Ahura Mazda y de su iglesia.

El centro del culto de esta religión mitriánica, lo constituían las orgías, las ceremonias de sacrificio de la vaca o del toro, al cual le otorgaban poder de purificación y de propiciación que adoptó la forma de un bautizo de sangre.

También se tomaba el haoma o soma, quizá mezclada con la sangre del animal sacrificado. Todo ello creaba un estado de furor, violencia y destrucción.

Contra todo lo anterior, fue que Zaratustra luchó y trató de eliminar las ceremonias.

"¡Oh, Mazda! ¿Cuándo entenderán mi misión los hombres más destacados? ¿Cuándo será destruida esa mortífera bebida? Con ella, los karpán y los reyes malvados atraen engañada a la gente." (Hat 13, 10)

Jamás fue partícipe del maltrato a los animales y menos de su sacrificio. Veía, además del la crueldad explícita, una forma de dominación mental por parte del clero, para con el pueblo, y más con la utilización de sustancias alucinógenas como el soma anteriormente mencionado. "¡Oh, Ahura! Para quien fomente Dorug y la corrupción, ¿qué castigo determinas? Quienes separen a la gente de su líder y perjudiquen los pastos y a los animales tendrán un desgraciado final." (Hat 4, 15)

Deseaba formar un culto basado en la pureza, creando una liturgia reformada, aunque lo más cercano posible a la anterior. De hecho, el culto al fuego, símbolo del Bien y de la Luz para los antiguos medo-persas, se mantuvo en la tradición zaratústrica, como un elemento muy importante. En el Avesta se dice que Ahura Mazda lo poseyó y mediante él pudo crear todas las criaturas. Las llamas iluminan lo oscuro, purifican, limpian la suciedad y tienden a ir hacia arriba. El fuego es representante y manifestación del Sol en la Tierra. Así nació el templo del fuego, alimentado por siempre y cuyo uso aún pervive en esta época. E  s él, el primer pensador de todo el universo, el que iluminó la Tierra y creó la Luz.                                           "¡Oh, Dios de la Sabiduría, Con vuestra luz eterna, iluminad nuestras conciencias!"(Hat 4, 7)                    Siendo tantos los conceptos importantes extraíbles del zoroastrismo que influyeron de manera importante, especialmente entre los hebreos, y de ahí al cristianismo y al islamismo, que haré una mención de algunos de ellos y en algunos casos desarrollarlos en la medida de lo posible.

a) Dualidad entre la luz y las tinieblas, es decir, entre el bien y el mal. La bondad y la Maldad, espíritus gemelos, surgidos en el inicio del universo, se hallan en el pensamiento, en las obras y en las palabras.      "Los sabios escogerán la Bondad y se desviarán los necios." (Hat 3, 3) De hecho, la vida en la Tierra se representa como una batalla entre estas dos fuerzas. Tanto Angra Maynú (espíritu del mal, Ahrimán), como Sepantá Maynú (espíritu del Bien, Ahura Mazda) son puro espíritu, carecen de materia. Son eternos y antagonistas. Así, Ahura tuvo que crear el universo como arma con la cual derrotar al Mal. El hombre está en el frente de esta lucha. Pero no obligado. Ello da paso al siguiente punto. "¡Oh, Sabio Mazda! Cuando vos creasteis el cuerpo y el alma, disteis la facultad de obrar, y con vuestra idea quisisteis que cada uno eligiera su fe libremente." (Hat 4, 11)

b) El libre albedrío. En la Tierra, cada persona es libre de elegir entre el Bien y el Mal. Aunque existan códigos divinos, el ser humano decide si quiere cumplirlos o no. Sin embargo, siempre estará tentado por el mal para desobedecer la ley divina. Escuchad las soberanas palabras y, con la mente clara, contempladlas. Luego, cada hombre y cada mujer debe elegir uno de esos caminos.
"Antes de que llegue el Gran Día, ¡Despabilaos y divulgad nuestro mensaje!" (Hat 3, 2) c) Los animales se vuelven sagrados. Ejemplo de ello sería la imagen que de alguno de ellos nos han llegado:

El Toro, con su imagen de fuerza, representó al padre de los rebaños, la fecundidad, pero para crear a la humanidad. Es esposo y padre; hace nacer la vida y con ella perpetúa la especie y multiplica el rebaño.

El ciervo o pausen, una variedad de cérvidos que combaten a las serpientes y que incluso, a veces las devoran y que existen en esa zona del Asia. Los mazdeos ven en el duelo del pausen y la serpiente, la imagen alegórica de la lucha victoriosa del Bien (Ahura Mazda) contra el Mal (Ahrimán).

El buitre, como agente activo que liberaba a los hombres de sus carnes marchitas y putrefactas. En especial en aquellas regiones en las que se exponían los cuerpos de los muertos a los elementos, para no profanar la Tierra sagrada.

d) La idea de Paraíso surge con Zaratustra.

Cuando el hombre muere, sus pecados y buenas obras acumuladas serán medidas en una balanza, ante el juez Mitra y luego el alma deberá cruzar el puente de Chanvat. Si se ha portado bien, devoto y piadoso, logrará cruzar e irá al paraíso. Pero, si no es así, caerá en las oscuras profundidades del infierno. En caso de haber un equilibrio en su comportamiento, irá al Hamestegan. El cual nos recuerda a nuestro purgatorio. 

"De esta manera, el que no sea recto no encontrará el camino de la verdad, y cuando intente cruzar el puente de Chanvat, su conciencia lo rechazará. Sus palabras y sus obras lo desviaron de la senda de Ashá." (Hat 16, 13)

Sin embargo, para los mazdeos, ni el paraíso ni el infierno son eternos, ya que durarán sólo hasta el fin del Mundo.

Encontramos así, el principio de la ideología escatológica del premio y el castigo, al final de nuestra vida. En el cual veremos y estaremos con nuestro creador, o alejado de Él.

"El que busca la verdad pide la salvación. El que vivió, el que vive y el que al mundo vendrá. Al final, los justos triunfarán y sus almas serán eternas. El dolor y la pena serán para los seguidores de Dorug. Se quedarán sin alegría y sin felicidad. Esta será, mediante Jashtar, la voluntad de Ahura." (Hat 10, 7)

e) El trabajo, la felicidad, la prosperidad y el buen gobierno son los pilares para la constitución de un buen Estado. El trabajo dignifica y es un don, no una carga.

"El sensato discípulo del Mejor Pensamiento, de la Mejor Palabra, vive del fruto de su trabajo y recibirá de Ahura salud y una vida eterna." (Hat 12, 1)

f) El dios superior (principios del monoteísmo), Ahura Mazda como señor de la luz y del bien. Quiero hablar de aquel que es supremo." ¡Oh, Ashá!, hablo de Ahura, que es adorado. Ignoro si él me oye. Yo le demuestro, a través de Vahumán, que mi fe es sincera. Y Ahura me manda su sabiduría y me guía hacia la luz." (Hat 10, 6)

g) La idea de los ángeles que eran los seres que presidían los fenómenos naturales y que luchaban contra los demonios. Posterior a Zaratustra, se fue elaborando una serie de leyendas y enseñanzas sobre espíritus subsidiarios que acompañaban a Ahura Mazda y Ahrimán respectivamente, en la lucha. Al Arcángel Sorush pido que me ayude a triunfar en esta difícil misión.

"Deseo disfrutar de una larga vida, aspiro a llegar hasta Vahumán y anhelo alcanzar, con la ayuda de Ashá, el paraje celestial de Ahura." (Hat 6, 5)

Eran los Emsha Sepantán, los siete santos inmortales que apoyaban a Ahura. Al principio eran sus atributos –Espíritu Santo, Pensamiento Virtuoso, Rectitud, Reinado Deseado, Pureza, Prosperidad e Inmortalidad-; para convertirse posteriormente en los arcángeles de la corte celestial de Ahura. Así como existía el ejército de la Luz, había por otro lado, el del Mal; la hueste de los demonios, los vicios personificados y sirvientes de Ahmirán, compuesta por el Pensamiento Maléfico, Concupiscencia, Reinado Opresor, Negligencia, Envenenador de las Plantas y animales y Preparador del Veneno; claros entes contrarios a las legiones divinas.

h) Los mazdeos creían que en el cuerpo humano coexistían cinco fuerzas mezcladas entre sí, causa del crecimiento corporal y espiritual humano. Ellas eran, la Fuerza de Vida, la Conciencia, la Intuición, el Alma y la Fuerza Motriz.

"El alma posee la libertad de elegir entre el Bien y el Mal y esto provoca alegría o tristeza en la Conciencia, la cual crea el paraíso o el infierno en su interior. Pero, ¡oh, Mazda! La alegría y la abundancia serán para los que tengan su conciencia con Vahumán se guían por la rectitud y están junto a Jashtar." (Hat 14, 5) La Fuerza Motriz, llamada Farvahar, es la esencia humana suprema. El rayo de luz que viene directamente de Ahura y que deposita en el interior de todos los seres para guiar el alma hacia las virtudes, y poder retornar de este modo al origen divino.

En los textos mazdeos, Farvahar aparece como un hombre anciano, con dos alas extendidas, cruzando un aro. Su imagen es la de un iluminado.



Algunos devotos han confundido esta imagen con la de Ahura Mazda, pero es importante recordar que Él es un espíritu abstracto que jamás fue descrito con una figura material.



i) La virtud absoluta era la valentía como forma suprema de piedad.

j) El pecado más grave era la cobardía junto con la mentira y la bajeza en los actos de la vida. "¡Oh, Mazda! La verdad es la base de nuestra doctrina y la mentira, causa del mal, es el fundamento de la falsa fe. Quiero atraer al pueblo hacia la buena virtud y que rompa los lazos de los divyasníes." (Hat 14, 3)

k) Las virtudes más elevadas eran la verdad y el honor. "¡Oh, Sabio! El camino enseñado, obrar con honestidad y fomentar la justicia son la senda de la salvación. Nos encamina hacia la sabiduría para integrarnos en vos." (Hat 7, 13)



El zoroastrismo, a pesar de haber sido la religión oficial de Persia, sucumbió ante los invasores, especialmente por las conquistas griegas, y sus remanentes terminaron apabullados por el Islam. Sin embargo, sus conceptos y muchas de las creencias pervivieron de muchas formas, aún mimetizadas como sectas, en la nueva religión. Con las conquistas de Alejandro Magno los conceptos del zoroastrismo fueron trasportados a vastas regiones, influenciando diversas religiones posteriores.

Así pues, Zaratustra nos dejó un importante legado cultural y religioso. Sus himnos enseñan a comportarse bien, de manera honrada y trabajadora, mereciendo con ello ser parte del paraíso prometido por Ahura Mazda y sobre todo formar parte de Él al final de los tiempos. Pero aún más importante, es que llevando una buena vida, se lucha a su lado y se le apoya para realizar su Plan Divino, acabando con el Mal.

Con el mazdeísmo nos encontramos por primera vez con una religión monoteísta, con la presencia de la lucha entre el Bien y el Mal y muy importante, con el concepto innovador del Libre Albedrío. Las personas pueden elegir si seguir por el camino del bien a su creador, Ahura Mazda; o bien, el camino del Mal y a su detentor, Ahmirán, imagen del Mal y el diablo.

Por primera vez encontramos un pensamiento escatológico que plantea una premiación o castigo, dependiendo el comportamiento en la vida terrena.

Estas aportaciones se han convertido a través de los tiempos, en cimiento de nuevas religiones. Tanto la judeocristiana e islámica, así como diversas sectas y herejías originadas en ellas.

La religión original de Zaratustra, no soportó por completo la muerte de su profeta. Los sacerdotes de la antigua religión persa, tomaron muchos de los conceptos mazdeístas y los incorporaron a sus tradiciones ancestrales. Crearon una nueva religión que incorpora muchos preceptos Zaratustrianos y a los antiguos dioses persas con sus alabanzas propias. Esta nueva religión sincretista es lo que conocemos como zoroastrismo. Muchas de las costumbres contra las que luchó Zaratustra fueron incorporadas a ella y después importadas como un conjunto a otros pueblos.

Es el caso de la creencia mithraísta, fuertemente arraigada en la mentalidad persa, con la cual no pudo acabar Zaratustra. De hecho, ni siquiera hizo el intento. El mito de Mithra como mediador entre el Creador y la humanidad, que pide clemencia por ella al Dios Supremo, dejó su huella en la fe zaratustriana. Y aunque el profeta batalló contra los sangrientos sacrificios de animales, mantuvo el respeto por el Dios. Es más, en el Avesta, Mithra es un ángel protector de los compromisos.

Quizá una de las tradiciones persas más visibles para nosotros sean exactamente las que se refieren al culto a Mithra. Sabemos que la conocieron generales como Alejandro Magno; y que en el Imperio Romano se veneraba a este Dios. Era un culto muy extendido y que para muchos, dio pie a la conformación de las doctrinas cristianas.

Aparte del culto a Mehr o Mithra, otra manifestación importante, tiene que ver con las herejías de los primeros siglos de nuestra era, siendo la más conocida el maniqueísmo. Así como ella, las herejías de los primeros siglos cristianos llevaban una clara y marcada tendencia dualista, exacerbada hasta el extremo. Las religiones gnósticas se fundamentan en esta lucha del bien contra el mal, la semilla luminosa que llevan los seres dentro de sí mismos y una concepción pesimista de la vida. A tal grado llegó esta percepción, que para ellos el mundo real no podía ser creación de un dios bueno; debía ser la realización de un demiurgo. Un ente malvado que deseaba atrapar a la humanidad en este cuerpo y en esta carne corrupta y sólo aquella chispa de luz con la que el hombre nacía, podía liberarlo para regresar a formar parte de Dios.
A modo de comentario final, mencionaré lo ya dicho: el mazdeísmo sentó las bases para muchas de las grandes religiones del mundo, tanto en oriente, como en occidente. Tanto en sectas pequeñas, como en religiones que rodean al mundo. Dejó establecida una concepción del mundo y de Dios, como ninguna otra religión antigua. He ahí su importancia y su sustento.




BIBLIOGRAFÍA

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